sexta-feira, outubro 14, 2011

Abuelita


Yo escribo en otro idioma ya que este sentimiento es otro y en mi lengua no puedo decirle. La vida es otra ahora, más que otra.

Hay un plato vacío en la mesa
Fueran mis manos que lo han olvidado allí
Fueran mis manos que te recuerdan en 
Hay una silla vacía en el entorno
Ella descansa sola y aún caliente
Ella incluso se cansa de esperarte
Hay un sillón, en el rincón de la sala, vacío
Carece de un cuerpo a descansar
Carece una sonrisa que se extiende de allí
Mirando el plato, la silla y el sillón
Olvido, por un segundo, de la cama que ha atormentado
Olvido de los ojos que enrojecen
Olvido de los vasos que quedan vacíos
Olvido de los besos que uno no se la dará
Hay una presencia ausente en la casa
Es tu ausencia que ocupa todo
Es tu presencia que me hace feliz dolosamente ausente
Hay un armario completamente vacío
No existe nada que se ajuste allí
No existe razón alguna para que el exista
Mirando el armario, sintiendo tu ausencia
Recuerdo, siempre, de la llave que debería quitar de mi llavero
Recuerdo de las lágrimas que provocas
Recuerdo de mis madres: madre, tía, abuelita
Recuerdo que nada puede ser hoy como fuera ayer, cuando estabas y eras aquí.
                                                                                           

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